descripción

Inmersa en la pintoresca campiña de Arezzo, esta prestigiosa propiedad se encuentra en una colina que abarca los valles del Casentino, Valdarno y Valdichiana.

Construida en estilo Art Nouveau en 1915, la villa está rodeada de viñedos, cipreses y olivares, que confieren a la propiedad una atmósfera de serenidad y belleza.
Amplias salas de recepción, como la sala de billar, la antigua biblioteca y el comedor, enriquecen el interior de la villa, mientras que en el exterior hay un exuberante jardín de flores, un gran pinar y un terreno de colinas con olivos centenarios.
Además, la propiedad se enriquece con una gran piscina panorámica con vestuarios y cuarto de baño, una pista de tenis, un invernadero y la casa del cuidador.
El encanto del complejo, su valor histórico, la encantadora ubicación y la presencia de la capilla privada consagrada y la torreta panorámica hacen de esta villa un objeto más único que raro.

La casa solariega de aproximadamente 700 m2 está completamente renovada y se distribuye en cuatro plantas, con 12 habitaciones que combinan elegancia y confort.
La planta baja alberga una cocina, un comedor con una gran chimenea, un estudio y un cuarto de baño.
En la planta inferior se encuentran la sala de juegos con mesa de billar, la encantadora capilla consagrada y un lavadero.
La primera planta alberga cinco dormitorios con dos cuartos de baño, uno de ellos con terraza.
La segunda planta consta de otras dos habitaciones, cada una con cuarto de baño, y una terraza panorámica accesible desde una de las habitaciones.
La propiedad también conserva la torreta auténtica y una sala de lectura.

La casa del conserje tiene dos plantas y alberga tres habitaciones, una cocina y un cuarto de baño.

El parque circundante de aproximadamente 1,5 hectáreas alberga una amplia piscina (12x15 m) y una pista de tenis.

La ciudad de Arezzo, a sólo 10 km, ofrece un patrimonio artístico e histórico de incalculable valor con obras maestras como los frescos de Piero della Francesca, la loggia de la Piazza Grande de Giorgio Vasari y la iglesia de S. Domenico con el crucifijo de Cimabue.
Los alrededores, incluida la histórica ciudad de Cortona y el exuberante valle del Casentino, enriquecen aún más la experiencia cultural y natural que ofrece esta extraordinaria propiedad.