descripción
Finca de 52 hectáreas con característica casa de labranza que data del siglo XV, situada en una posición dominante con vistas al hermoso paisaje de las Crete Senesi.
La propiedad se encuentra en las inmediaciones de una antigua abadía benedictina y es accesible por un camino de tierra de unos 3 km, en buen estado.
Rodeada de un hermoso jardín, la masía data del siglo XV y está construida en el típico estilo toscano, con una fachada de piedra mezclada con ladrillos.
El cortijo tiene una superficie aproximada de 400 m2 y está distribuido en dos plantas. Alberga 5 dormitorios, 6 baños, un salón con chimenea y una cocina.
El edificio ha sufrido la consolidación de los suelos y el tejado y necesita una renovación interna.
No lejos de la granja hay un anexo de aproximadamente 250 m2 que data de principios del siglo XX.
La dependencia tiene dos plantas y está equipada con un sistema fotovoltaico de 20 kWp. El edificio ha sido reformado y consolidado, y el tejado se ha aislado y ventilado, mientras que los interiores deben ser completamente renovados.
Además, en la propiedad hay un cobertizo agrícola de aproximadamente 140 metros cuadrados que se puede ampliar en 82 metros cuadrados más, utilizado como refugio para equipos agrícolas y tractores.
La propiedad está completamente vallada con un coto de caza y está rodeada por 52 hectáreas de terreno con cultivo ecológico y certificado IGP, que comprende:
- 5 ha de olivar productor de un excelente aceite, compuesto por 1300 árboles de diferentes variedades.
- 5 ha de truferas de trufas blancas preciadas certificadas con recolección reservada.
- 6,5 ha de antiguas tierras de cultivo transformadas en truferas que producen marzuolo y trufas de verano.
- 16,5 ha de bosque con trufera de verano.
- 15,5 ha de monte bajo con madera para cortar, rica en setas y trufas.
Todo el terreno es productivo en la producción de trufas blancas y trufas blancas de marzuolo muy apreciadas, certificadas y recolectadas confidencialmente. El terreno, cultivado desde la época de los antiguos etruscos, es especialmente favorable para las inversiones en cultivos arbóreos, más adecuados para la producción de preciadas trufas y de un excelente aceite de oliva virgen extra ecológico y certificado por la IGP, con 5 tipos diferentes de olivos. La producción anual de aceite asciende a 10/15 q.
Existe la posibilidad de construir una piscina.
El complejo cuenta con conexión al acueducto municipal, una cisterna para la recogida de agua de lluvia y paneles solares.